Cineasta
Warmi
1980-02-01
Danielle Caillet presentó su cortometraje documental sobre la mujer trabajadora en Bolivia, títulado Warmi (mujer en aymara). Busca rescatar las figuras de mujeres que han aportado en la historia y en la cultura del país.
Con este largometraje recibe el Trofeo de Plata del Festival de Bilbao en España.
Danielle Caillet, fue parte del grupo "Ukamau"; trabajó iniciamente (1969-1971) con Jorge Sanjinés y luego con Antonio Eguino en varios largometrajes.
"Warmi que es el título de la película, propone un punto de vista femenino, pero no feminista; la liberación de la mujer en el contexto socioeconómico del país en vías de desarrollo. La liberación de la mujer en un país del tercer mundo no es una lucha de sexo como degenera generalmente en las naciones industrializadas, es más bien la lucha común del hombre y de la mujer contra la dependencia, el analfabetismo, el hambre y la enfermedad."
- Kory Eguino
Danielle Caillet con Antonio Eguino
[Extracto de una entrevista radial a Danielle en el programa Ciclo Cultural Portales en 1980] "Warmi es una película documental sobre la condición de la mujer boliviana. Abarca solamente las capas sociales más desfavorecidas de nuestra sociedad; quiere decir la mujer campesina, la minera, la fabril. Warmi que es el título de la película, propone un punto de vista femenino, pero no feminista; la liberación de la mujer en el contexto socioeconómico del país en vías de desarrollo. La liberación de la mujer en un país del tercer mundo no es una lucha de sexo como degenera generalmente en las naciones industrializadas, es más bien la lucha común del hombre y de la mujer contra la dependencia, el analfabetismo, el hambre y la enfermedad. Para mí, tomar la iniciativa de realizar una película sobre la mujer viene a ser un desenlace normal de todo un movimiento, proceso de maduración profesional y concientización social. Como he dicho anteriormente, la película tiene como temática la concientización de la mujer boliviana frente a la cámara. La niñita campesina, la mujer madura fabril y la anciana palliri son las tres edades, tres diferentes edades de la mujer, en su educación y su ciclo de productividad como madre, esposa y trabajadora, y su vejez sin jubilación.
Bolivia es un país que venera a la imagen de la mujer a través de su folclore, su leyenda y su religión, eso lo podemos ver en la Mama Ocllo, la Pachamama y la Virgen María, pero, sin embargo, la valoración de la imagen de la mujer no quiere decir valoración de los roles específicos de la mujer trabajadora.
La película empieza con muestras del folclore, la religión, procesión de la virgen y la adoración de esta imagen de la mujer, y en contraste vemos la condición de la mujer en su vida diaria. Empezamos con la niña campesina que se encuentra marginada por su falta de educación. Después vamos a la mina y empezamos una entrevista con la anciana palliri que ha trabajado 35 años en la empresa y que no tiene ninguna remuneración por parte de la empresa. Después vamos a la ciudad, en una fábrica donde encontramos una mujer fabril que nos cuenta su vida diaria que consiste en tres trabajos: trabaja en la fábrica, trabaja en la casa y, como no alcanza la plata para educar a sus siete hijos porque el padre finalmente está fuera del hogar, tiene que ir a trabajar a un puesto de venta de 5 de la tarde a 10 de la noche.
El efecto más importante que queremos lograr con este tipo de película es llegar a la concientización, especialmente de la mujer en su vida muy sacrificada y, por supuesto, el final de la película no es de fiesta; es un final pleno de optimismo porque sabemos que la mujer va a superar todas las dificultades de su vida material a través de una mejor educación, como participación activa en la guerra sindical, y también a través del cambio de mentalidad de parte de los hombres, las mujeres y la sociedad en general.
Warmi no es una película feminista pero sí es una película femenina, me explico: ser feminista hoy en día es adquirir en sentido figurativo, vivir a las sensaciones provocativas de las diferentes agrupaciones feministas latinoamericanas y europeas. Ser feminista es aumentar la lucha de sexo.
Esta lucha de sexo es un lujo que se pueden dar las mujeres en los países industrializados, donde la densidad es altísima, donde se ha alcanzado un bienestar generalizado, donde existe una fuerte competencia ocupacional. Pero aquí, en Bolivia, donde la densidad alcanza apenas los 5 habitantes por kilómetro cuadrado, se persigue utilizar el potencial humano de la población activa. Es preciso que mujeres y hombres se integren en una lucha común contra el analfabetismo, la enfermedad y la dependencia."